Mi otra familia en Londres

La maternidad en un país que no es el tuyo se hace un poco cuesta arriba, o al menos a mi se me hizo. Es difícil no poder contar con el apoyo de tu familia, dejar a los niños en caso de urgencia o simplemente para poder descansar un rato. A eso súmale no tener amigos con niños, o que vivan en la otra punta de la ciudad e ir a verlos se convierta en una excursión de 2 horas de trayecto. Los inviernos largos, oscuros y fríos tampoco ayudan. Todos estos factores hacen que te aísles un poco de todo, que te agobies a ratos, que pongas en duda si estás haciendo lo correcto al vivir aquí.

Por eso es imprescindible buscar apoyo en otras personas que están en la misma situación. Otras mamás que saben por lo que estás pasando y pueden aconsejarte, guiarte, escucharte.

Empecé yendo a playgroups por la zona donde vivía y si, hablaba con algunas madres, pero la mayoría ya tenían sus grupos formados y no llegué a tener una buena conexión con ninguna. También busqué en internet grupos de madres por la zona. Encontré un grupo de mamás españolas en Londres y me encantaba leer y responder dudas. Un día alguien decidió hacer un grupo de WhatsApp y me uní. Principalmente para ver si podíamos quedar de vez en cuando y que Alex pudiese practicar español.

Durante un año la gente entraba y salía del grupo y nadie se ponía de acuerdo para quedar, pero estaba bien para charlar de vez en cuando. Hubo una época donde la gente casi ni hablaba y estuve pensando en salir, porque no tenía mucho sentido. Al cabo de un tiempo se empezó a animar y compartíamos dudas y consejos, historias personales… Así que nos animamos a empezar a quedar y vernos las caras. Una de las veces nos juntamos 17 madres más los niños!

Ahora somos como una pequeña familia, tanto que ya estamos planeando una cena de navidad para madres sin niños. Me encanta levantarme y ver que hay 300 mensajes en el móvil, hablando de mil cosas. Desde fútbol, consejos de limpieza, política o si los niños han pasado mala noche. Hay días que hablamos tanto que nuestras parejas empiezan a pensar si habrá otro, y lo que hay son otras. Tranquilos chicos, que no os engañamos.

Quiero darles las gracias a mis chicas por estar ahí, por amenizarme los ratos muertos, por compartir sus preocupaciones, tristeza y alegrías. Lo más importante es que no nos juzgamos, simplemente nos apoyamos, ya tenemos bastante con lo que se nos juzga fuera. Tenemos a varias embarazadas y el grupo de bebés se va a ampliar en breve. Nos imaginamos las quedadas que harán ellos cuando sean mayores. La única pena que tengo es no haberlas encontrado antes, cuando Alex era más pequeña, porque ahora con el colegio no puedo verlas tanto como me gustaría, aunque sé que están siempre al otro lado del teléfono.

Con esto quiero decir, que os hagáis vuestro grupo, apoyándoos unas a otras, sea en Facebook, WhatsApp, en persona… no os alejéis de la gente, intentad buscar a otras madres en vuestra misma situación, que en un momento de bajón os puedan animar, os puedan escuchar. Se hace todo mucho más llevadero.